Cuando le entregamos nuestra vida al Señor y ponemos toda nuestra Fe en el ya no hay nada de que temer, Jesús nos guía. Nos guía a vivir en santidad, nos guía a cumplir la voluntad del Padre, nos guía hacia el propósito que Dios tiene con nosotros en esta tierra, nos guía en los momentos de oscuridad, nos guía por el mejor camino, nos guía siempre hacia la victoria.
Muchas veces no sabemos que hacer cuando nos encontramos frente a un problema o en situaciones donde tenemos varios caminos a tomar, pero Jesús nos guía y si verdaderamente confiamos en que todo estará bien, el no nos desamparara y todo saldrá como el nos lo prometió.
Si Jesús nos guía nunca nos equivocaremos, no podremos tropezar, pero es necesario enfocarnos solamente en el. No podemos permitir que las situaciones de alrededor capten nuestra atención, tenemos que seguir siempre hacia delante con nuestra vista puesta en el. ¿Pero como hacemos? Jesús nos guía por medio de su palabra, de sus promesas, mantente confiando y declarando su palabra sin importar lo que ahora estén viendo tus ojos naturales, veras como el hace su obra y todo se arregla a tu favor.
Muchas personas creen dejarse guiar por Jesús, pero ponen más atención en los problemas y las dificultades ante de lo que El les prometió y luego cuando se equivocan van a quejarse a Dios. Jesús nos guía, pero nosotros somos libres de elegir a quien seguirlos, si nos mantenemos con la vista fija en el jamás nos perderemos.
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